Hoy en día, todos los fumadores padecen algún síntoma asociado al tabaco,
desde un simple deterioro bucal hasta un cáncer de pulmón.
Según los estudios médicos fumar puede causar más de 25
grupos de enfermedades crónicas, entre ellas:
- Aparato respiratorio: el tabaco es la principal causa de enfermedades
en el aparato respiratorio. Las más comunes son: bronquitis, asma,
obstrucciones crónicas, enfisema pulmonar, cáncer de laringe,
- Aparato circulatorio: la nicotina es un vasoconstrictor, por
lo que disminuye el grosor de las arterias y los vasos coronarios,
aumenta el ritmo cardíaco e incrementa la presión arterial. Mientras
que el monóxido de carbono impide la correcta oxigenación de las
células y altera las paredes de las arterias. Esto incrementa el riesgo
de padecer aginas de pecho e infartos de miocardio, además del
desarrollo de enfermedades como la arteriosclerosis, la hipertensión,
la insuficiencia cardiaca…
- Aparato digestivo: el tabaco incrementa el riesgo de padecer úlceras,
gastritis, acidez estomacal, cáncer de esófago y de boca.
- Aparato genital: la falta de riego sanguíneo provoca también
impotencia masculina y pérdida de libido. Además, el tabaco es
un tóxico que disminuye la fertilidad, incrementa el riesgo de
aborto y de parto prematuro y afecta, gravemente, al desarrollo del feto.
- Problemas en la piel: el tabaco disminuye el riego sanguíneo
de los capilares de la piel, envejeciéndola y arrugándola.
- Intoxicaciones generales del organismo: el tabaco reduce parte de
la vitamina C y la vitamina B. También puede producir cataratas,
pérdida del oído y deterioro de la dentadura, mal aliento, dolor abdominal.
0 comentarios